jueves, 31 de mayo de 2012

120.



"Llegaste cuando todos se habían ido. Y llegaste para quedarte. Nadie como tú había conseguido conocerme tanto y tener tantas cosas en común. Hablábamos casi todos los días. Y tú parecías comprenderme a la perfección. Podía confiar en ti y tú confiabas en mi. Y así pasarían los días teniéndonos la una a la otra. "  Después de estas palabras, me tienes en tus manos. 

119.


-Eras una niña lista, guapa y divertida. Y nadie te defendió, nadie te ayudó. Y, mírate, aún sigues aquí.

martes, 29 de mayo de 2012

118.


Me importa pero a la vez no lo hace, porque yo no dejo que me importe nada. Soy la señorita No Me Importa. Cada mañana me cubro con una máscara de maquillaje y humo de cigarrillo barato. Soy todo y no soy nada. Ni intentes jugar conmigo, no soy de esas. Yo no pierdo el tiempo con gente como tú. Porque soy superior a ti y a todos los demás, ni siquiera me conocéis. No dejé que eso pasará, me inventé otra persona para que la conocierais. Derroché mi tiempo y mis energías en cubrirme con una fuerte coraza para terminar ahogada por ella. Así que, hazte a la idea, no te necesito, soy autónoma. No pretendía herirte con esto, pero no quiero que pase esto. No permitiré que me hieras tú a mi. Construiré otra muralla para protegerme. Porque no quiero hundirme contigo.

117.


Ahora ya no puedo parar. Las piezas dejaron de encajar. El cristal que contenía mis idas de olla se ha roto. No sé si te has dado cuenta siquiera pero acabas de herirme de gravedad. Y mi medicina ya no me cura, ni el tabaco, ni el alcohol, ya no llegan para superar esto. Con un par de palabras se ha ido todo a un mundo paralelo. Y ya no importa si me dices que me quieres o ni te tomas la molestia. No importa nada, porque mi cabeza no para de doler. Como el sonido del vuelo de una mosca que ronda mi cerebro, no deja de molestarme. Así que busco un matamoscas, no tendrás uno por ahí, no?

domingo, 27 de mayo de 2012

116.



Siempre me he sentido como una simple espectadora. Sentada en un banco, veía pasar mi vida. La cual estuvo llena de huidas, mi padre que escapaba de la responsabilidad que conlleva tener un hijo, mi madre de todos sus fantasmas, mi abuelo que empezó a amar la vida demasiado tarde y tuvo que pagar el precio, mi hermano huía de su padre, … Incluso yo huyo, me escondo y trato de anestesiarme, escapo de mi misma, mis fantasmas y pesadillas. Nunca entendía por qué todos se iban, por qué desaparecían en silencio. Después de muchos años de experiencia en eso de que te dejen tirada, llegué a la conclusión de que el problema estaba dentro de mi. Así que empecé a odiarme a mi misma y quise cambiar. Lo intenté todo, pero seguía solamente observando mi vida, aunque intentara intervenir, no podía hacer nada para frenarlos. Todos se iban, unos detrás de otros. Y al final estaba yo, sola, en silencio. Colillas en el suelo, una botella a medio beber, con las piernas cruzadas y la espalda apoyada en la pared. En el último momento, se me ocurrió rezar, pero no creía en ningún dios. Así que hablé con mi abuelo, le dije: “Ya no puedo más, estoy cansada, todos se van y ni uno vuelve. Ahora me toca a mi, me iré sin hacer ruido, no quiero molestar”.

115.



-Haz la maleta, vamos, apura.
-Adonde vamos, mamá?
-Haz la maleta y cállate!
-Pero…
-HAZ LO QUE HE DICHO
-Si, mamá.
(Salen de casa)
-Métete en el coche y cierra la boca.
-Mamá, adonde vamos? Por qué no me lo dices?
-Que te calles he dicho!
(Conduce hasta cerca de las vías del tren, solo se oye el motor del coche y los neumáticos al frenar)
-Coge la bolsa y baja del coche.
-Mamá, aquí no hay nada. Adonde vamos?
-Baja y vete de aquí.
-Y tú mamá, que harás?
-Irme también.
-Y por qué no me voy contigo, mami, quiero irme contigo.
-Adiós.
(Sube al coche y arranca, la niña se queda sola)
-Mamá. Mamá. Mamá. Mamá… Vuelve… MAMÁ! VUELVE! Donde vas? Mamá…
(Solloza)

114.



Todo se desvanecía a mí alrededor. Caía, y yo estaba en medio gritando de dolor. Algo se me había metido dentro y me clavaba alfileres por todo el cuerpo. Y yo odio las agujas, los alfileres y todo objeto punzante.  Clamando al cielo, pedía a todo aquel que me escuchara un poco de ayuda. Que me sacaran de aquel hoyo en el que me había metido. Miré hacia abajo y vi mi cuerpo putrefacto. Olía a muerto. Gusanos y bichos que correteaban por mis brazos. Estaba podrida, una manzana a la que habían dejado demasiado tiempo en el frutero. Yo gritaba y gritaba pero no había nadie para hacerme caso. 

viernes, 25 de mayo de 2012

113.


Me asombra la sinceridad, la transparencia de tus palabras. Me asusta un poco la forma en que me comprendes. Conservaré siempre el puesto de avanzada que dejaste en mi corazón. Clavaste tu bandera, el primero en hacerlo, nadie más (ni siquiera yo) sabía que tal cosa existía en mi.

miércoles, 23 de mayo de 2012

112.


Así que tropiezo, y me caigo. Una vez más. Ni siquiera intento poner los brazos por delante para frenar el golpe, no vale la pena. Tu cara me mira sonriente entre la oscuridad del fondo del pozo. Mientras penetro en el infierno te veo abrir los ojos. Estás lista para recibirme, pero no sé si yo puedo irme contigo. Despierto entre sudores fríos y respiraciones entrecortadas. No tengo muy claro que ha pasado. Ha sido solo un sueño? O de verdad me pedías que cogiera tu mano, diciéndome que rezabas por mi, para que encontrara el camino. Yo desconfiaba de ti, sentía que estaba en peligro. Es todo un gran lío y los recuerdos me persiguen. Retazos de memoria con segundos y, incluso, terceros significados.

111.

Quiero que finjas y digas que puedo. Que puedo con esto, porque necesito oir como lo dices. Te necesito para  conseguirlo.

domingo, 20 de mayo de 2012

110.


Por cada gesto, cada sonrisa. Te mereces todo lo que yo puedo darte y mucho más. Por la calidez de tu mirada y la forma en que me abrazas. Te quiero, y te querré siempre. Ese es el problema. Porque tú te irás como el resto. Un día desaparecerás de repente, entre el humo de las vías del tren o con la penumbra en medio de un amanecer. Sea como sea, pasado un determinado tiempo, me dejarás para no volver. Todos lo hacen.

viernes, 18 de mayo de 2012

Aviso.

Supongo que ya habréis notado que las últimas entradas, van sin foto, y pensaríais: "Ay, Vivi, que pierde calidad poco a poco, esta chica... Se está echando a perder..." Pero en mi defensa os explicaré que me encuentro de viaje en Italia, así que, cuando vuelva a mi habitual residencia, modificaré las entradas y las pondré como siempre con una de esas fotos tan guachis que sé que os encantan. Deseadme suerte ya que aquí hace un calor que creo que me derretiré en breves! Un beso a todos! Vivi se pira a comer gelatos!

109.

Desperté entre sudores fríos, con el corazón aprisionado por una mano grande y oscura. Fuego que corría por mis venas. Ni el calor de tu camisa rodeando mi cuerpo desnudo me tranquilizaba. Escuchaba la voz de mi madre gritándome, o eso supuse, ya que se oía muy lejana. Me dolía el alma. El simple de acto de respirar era la mayor tortura a la que me podía someter. Igual, si estuvieras aquí, podrías ayudarme pero no estás. No estás.

108.

Hablabas conmigo pero pensabas en otras cosas, se notaba mucho. Y, de repente, me aterrorizó la idea de que te estaba perdiendo. Por irme lejos, podías haberme olvidado en milésimas de segundo. Realmente pasé un miedo horrible, no quería dejarte ir. Supongo que no es difícil encontrarme una substituta mejor aunque deseo con todas mis fuerzas que no encontraras jamás a esa persona para poder disfrutar de ti todo lo posible.

miércoles, 16 de mayo de 2012

107.


Dejé perdido un zapato de cristal por algún rincón de tu casa. Espero que lo encuentres. Y vengas a devolvérmelo. Usemos un Cadillac de carruaje, matemos a la madrastra cruel. Deshagámonos de las hermanastras. Y, lo más importante, huyamos. Huyamos de todos los convencionalismos, del matrimonio, de los hijos. Tumbémonos en la cama y escuchemos música. Es todo lo que quiero. Seamos diferentes. Que jodan al mundo, son nuestras vidas.

martes, 15 de mayo de 2012

106.

Debajo de todas mis cicatrices, me aterra volver a caer. Por eso me aferro a ti, sé que tu no me abandonarás. Pasé demasiado tiempo luchando contra fantasmas, necesito descansar. Dime que no me dejarás ir, quiero escuchar cómo lo dices. Métete en mi mundo, estoy sujetando la puerta para ti, hace años que no lo hago así que espero que no me falles.

jueves, 10 de mayo de 2012

105.


Había como cuatro botes con pastillas vacíos, al lado, una botella de vodka medio llena. No recordaba muy bien lo que había pasado, pero el recuerdo de aquellas pastillas me refrescó la memoria. Pese a ser una persona luchadora, toqué fondo y me tomé unas cuantas de esas. No quería seguir luchando así que intenté abandonar. Al parecer, ni para eso valgo. Una furia irracional me invade. Intenté moverme pero no pude. Miré hacia abajo. Un chaleco ataba mis brazos a mi torso, unas hebillas lo mantenían en su sitio. Me volví loca.Perdí el control. Chillé. Luché. Lo intenté todo pero seguía atada. Grité. Me quedé sin voz, no paré. Vuelvo a abrir los ojos y esta vez me encuentro sentada en una sala, un psiquiatra de la clínica me mira protegido por sus gafas y su bata larga y blanca. Seguía encerrada entre la tela y las hebillas. No entendía nada, pero intuía que para salir de allí debía parecer recuperada. Eso hice y a los dos meses estaba fuera. Lo primero que hizo al verme fue darme una paliza, había hecho que pasara una gran vergüenza, en el pueblo todos nos conocían y sabían más o menos cómo estaban las cosas en casa. "Por tu culpa, todos me odian, maldita gilipollas". Me volé los sesos una hora y media después. Esta vez, no fallé. Estaba harta. Ya no había por lo que luchar.

104.


A veces pienso que no sirve de nada preocuparme por ti. Estar aquí, limpiando tu mierda, ordenando las cosas que vas dejando por ahí tiradas, haciendo tu cama todas las mañanas. Ahora, quedaría bien decir algo como "pero luego me doy cuenta de que es lo correcto". Pero, para qué decirlo si no lo siento? Acaso debo mentir? O ignorar los alaridos de mi cuerpo cuando me suplica que deje de obligarlo a trabajar? Si, como muy bien me recuerdas día a día, me llevaste nueve meses en tu barriga y me dedicaste una parte de tu vida. Lo que pasa es que eso no hace que puedas pasar de mi el resto de tu vida, que digas "Bueno, está creciendo, ya podrá con todo ella sola". Y ya no sabes nada de mi, todo el cariño que te tenía desapareció poco a poco. Esto ya no tiene nada que ver con lo que "te hago pasar". Aléjate de una vez. Vete de aquí. Pero hazlo completamente, no vayas y vengas cuando te convenga.

103.


Si, estoy borracho. Y tú eres guapa. Mañana por la mañana, yo estaré sobrio pero tú, tu seguirás siendo guapa.

102.


Me estaba duchando cuando, de repente, me asaltó el recuerdo de aquello que había soñado hacía un par de noches. Lo había olvidado ya, no sé por qué pero me afectó bastante. Hacía tiempo que no pensaba en ella así, además, parecía más real de lo que debería. Salí de la ducha, me sequé y fui a buscar la guitarra. Todo parecía mejor cuando era cantado acompañado de una buena melodía. Comencé a cantar sobre sus firmes muslos sobre mis piernas, sus labios acariciando suavemente mi cuello. El viento parecía traerme el olor de su champú y las palabras no paraban de fluir hacia fuera. Y, bueno, así compuse mi "obra maestra", no volví a componer, tampoco volví a ver a aquella chica del vestido corto negro.

miércoles, 9 de mayo de 2012

101.


-How are you?
- I´m (not) okay.

100.


Hoy volví al lugar donde solíamos ir cuando estábamos nerviosos o nos pasaba algo. Aunque te hayas ido, ir a la estación , sentarme en el banco, beber cerveza y observar que la gente no cambia. Que sigue habiendo multitud de hombres con traje y cartera, mujeres con falda y americana, chicas en minifalda, heavys, pijos,... En lugares como este no importa de qué forma vayas vestido o la cantidad de dinero que tengas en tu cuenta bancaria. Todos, somos iguales, pagamos lo mismo por el mismo servicio, no hay diferencias. Aunque me encanta ir andando, siempre que puedo voy en metro, me gusta ver a la gente. Tratar de averiguar en qué trabaja, a donde se dirige. Pensareis que mi vida es muy monótona y que carece absolutamente de sentido. Pero os equivocais! Aunque es probable que sea monótona, tiene mucho sentido, porque yo se lo doy. Me va mal el día? Pues intento que mejore, haciendo algo "especial" o simplemente intentando mirar las cosas con buen humor. Y eso es lo que intentaba hacer hoy, de repente, te he echado mucho de menos, así que me he acercado hasta aquí para pensar en ti de una forma más cercana, más íntima.

99.


"Lo más terrible es el miedo. Lo más horrible, lo que más miedo me da, no es el dolor en sí, es imaginar el daño que puede llegar a hacerme"

98.


Cada domingo iba a visitarlo a su tumba y le dejaba un ramo de margaritas. Pasaba horas en silencio, simplemente mirando la lápida. Creo que le hablaba, le contaba cosas que nadie entiende. Verla allí era desolador, hasta para un descorazonado como yo.

97.


Los mismos ojos pequeños y marrones. Fumadores. Manos pequeñas y regordetas. Nariz fina. Rebeldes por naturaleza. Ambos dibujamos. Tu eres de mates, yo de letras. Alcohólicos. De humor cambiante, habitualmente melancólico. A veces veo tu fantasma entre las sombras y los vasos vacíos antaño llenos de vodka.

96.


El hielo que envolvía mi corazón se derritió y liberó así un torrente de emociones que ahora recorre mi cuerpo, busca corromperme pero yo sigo imperturbable. Tranquilizo mi alma haciendo que escuche el delicioso sonido de una guitarra eléctrica, un solo en una canción no muy conocida pero terriblemente pegadiza. Hoy no me siento con ganas de nada, me quedaré en la cama reflexionando sobre el pasado, el presente y el futuro. De repente, mis músculos se tensan. Comienza en mí una sensación extraña y me siento observada. Creo que me estoy volviendo loca. Desde que cayó el muro que me separaba del resto del mundo me siento, constantemente, fuera de lugar. Me siento tan desprotegida, con el corazón al aire, mis emociones parecen expuestas en una galería sucia y desvencijada perdida en Old Town.

martes, 8 de mayo de 2012

95.

Ojalá siguieras aquí para poder sacarnos una foto juntos con tu jersey rojo de marca. Una foto que pudieras enseñarles a todos tus amigos para poder decirles: "Mira que juapa é a miña neta". Te echo de menos, mucho más de lo que podrías haberte imaginado. Aún puedo saborear, si me esfuerzo, las manzanas que cogíamos en el huerto. Y cada vez que veo una rosa me acuerdo de como le sacabas las espinas para mi y luego me las dabas. Estarías orgulloso de mi? Me querrías? Esas preguntas siempre rondan mi cabeza y nunca consigo responderlas, y ya nadie puede ayudarme. Ojalá pudiera comprarte el mejor, más bonito y más grande regalo que pudiera encontrar porque siempre fuiste el mejor de los mejores abuelos. Te quiero mucho y por eso aquí estoy llorándote en silencio cuando yo soy de las de piedra, las que nunca lloran. Siento aquella vez que me porté mal y no me puse el cinturón en el coche y te enfadaste conmigo, y cuando no te desperté el día de Navidad y no me viste abrir los regalos. Deberías ver cómo están las cosas en casa, te daría un ataque, todos te echamos mucho de menos pero nadie dice nada. Si pudiera me iba yo, y te dejaba aquí a ti, haces mucha más falta, siempre fuiste una especie de genio formado por humo de puro y sueños rotos. Dejaste el trabajo a medio hacer, aún queda medio mundo sin conocerte.

94.


Love? Love, love, love. What is it good for? Absolutely nothing.

domingo, 6 de mayo de 2012

93.


Me cuesta respirar. Qué demonios pasa contigo? No quiero seguir escuchándote, solo quiero romperle la cara.  Esto no hace más que dañarme. Me encierro en mi misma. No sé por qué confié en que esto no pasaría otra vez más. No puedo respirar. No quiero llorar, pero no soporto esto. "Las cosas han cambiado", sí, tienes toda la razón. No me importa esto. No me harás daño, no dejaré que lo hagas. Solo tengo que concentrarme en respirar. Haz lo que quieras, a mi me da igual. Me da exactamente igual. Muérete un poco, pero sin mi.

jueves, 3 de mayo de 2012

92.

Hoy todo parece gris. Quiero escapar de esto. Luchar contra eso que me coge y me hunde en un mar de depresión. Pierdo el control, y tu no lo entiendes. Me miras de forma extraña, no me entiendes, no pertenezco a tu mundo. He de confesarte que no me importa mucho, nunca he querido ser como tú. Yo soy un androide, yo no tengo sentimientos. Pero esto duele. No lo entiendo. Porque yo no quiero, pero le quiero, yo no odio, pero te odio, no necesito alimentarme, pero tengo hambre. Es todo un sinsentido, y ni siquiera estás de mi lado. Pero tú no me conoces, y yo no te necesito. Yo soy dura y fría como la piedra. Crecí sola, tú nunca estabas conmigo, ahora ya es tarde. Ya no siento tu mano, ni siquiera cuando me pegas con todas tus fuerzas. Soy intocable y no puedes llegar hasta mí. Encerrada en la torre más alta, del castillo más grande, protegida por un dragón. Así que, me da igual lo que pienses, lo que pase a mi alrededor, yo lucho contra todo lo que pretende dañarme y nada me gana.