lunes, 29 de septiembre de 2014

Día 1

Día 1. He sacado nuestra foto de la mesilla. Sólo te recuerdo al respirar, cuando me quema la garganta y noto el nudo en el estómago. Encontré lo que parecen pelos tuyos en la almohada y las paredes se cerraron sobre mi, Un treinta pintado en mi carpeta, no sale. No sale tampoco de mi muñeca. No sales de mi cabeza. Intento tranquilizarme, dejar la mente en blanco y es el blanco de tus ojos, tu mano en la mía y el mundo en frente. Sólo querría escuchar tu risa una vez más, creo que no he avanzado nada. Mañana me arrancaré el corazón.

domingo, 28 de septiembre de 2014

I can feel it



Amanezco pensando en ti. Con las lágrimas secas y sabor a metal en la boca. Qué hacer cuando despierto y no te encuentro? Migrañas que ni a golpes saco. No puedo quitarte de aquí si de mi formas parte, algo nuevo para mi, entregarme al 200%. De repente lo mejor es un presente a tu lado, gracias a ti ya no estoy vacía. Aunque siempre creí en la libertad y luché por llegar a ella. supongo que en el fondo lo consideraba una utopía, no pensé que abrazándote podría volar como un pájaro. Cierro los ojos y siento el peso de tu cabeza en mi hombro. el olor de tu pelo, el tacto de tu piel bajo las yemas de mis dedos. Comencé a vivir cuando llegaste, día a día me sacas una sonrisa, tres meses y parece que me abren el pecho cada vez que te marchas. Aún no pierdo la fé, aquí estaré por ti una y otra vez, maldiciendo cada momento en que te defraudé. Luchando por mejorar a tu lado, tirada en la cama e incluso con este dolor de cabeza lo veo cada vez más claro, estaba perdida en la tormenta pero joder nadie como tú, "this is true love I can feel it".
(El café sabía amargo y no se me pasó el mal humor hasta que giré una esquina y te vi sentado con una camisa verde, esperándome. No pude evitar sonreír y el mundo pareció llenarse de color de repente.)

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Eres mi otra parte, mi yang



Desperté a media noche y al girarme ahí estabas, no te habías marchado corriendo, seguías tumbado a mi lado profundamente dormido y fue en ese momento cuando me di cuenta de que no había absolutamente nada mejor en el mundo que tenerte y es que me veo reflejada en ti mejor que en cualquier espejo, en tu mirada, en tu sonrisa... A tu lado, poco a poco, aprendo a querer sin destrozarte o destrozarme ni siquiera sabía lo bien que sienta dejarse querer, que surjan las cosas, cogerte de la mano y pensar que podría ir hasta el fin del mundo por ti. Darte un beso de buenas noches e irme a dormir sintiéndote al lado, así que digo adiós a mi anterior yo y ni me da miedo porque sé que mejoro a tu lado. Nada me había llenado como tu, arrasando todo lo anterior, desde que te conozco todo parece haber perdido el brillo que ahora te pertenece a ti, que pertenece a cada momento contigo aunque sea una peli en el sofá que ya vi mil veces o sentarnos en un banco a hablar. Es por eso que no puedo esperar a que llegues a casa y que no te suelto al abrazarte, que no me cansaré de decirte que te quiero. Eres mi otra parte, mi yang.

lunes, 2 de junio de 2014

Desnuda en las llamas


Nunca entendí por qué todo el mundo me contaba su mierda, me refiero, yo pago a un psicólogo para eso, es lo normal. Pero continuamente escucho las penurias de mis amigos, incluso de conocidos simplemente, hacen que me vacíe, que me vuelque en ellos y supongo que así es como me olvidé de mi. Como acabé mirando la ceniza caer en el cenicero y sintiéndome parte de ella, un cigarro apagado con fuerza y dejado a la intemperie. Un día, de repente, me di cuenta de que mis monstruos salieron de debajo de mi cama y me comieron, me miré en el espejo y no me reconocí. Tan delgada, estrías y cicatrices en la muñeca. Cicatrices que, al fin y al cabo, llevo con orgullo, son la muestra de que salí adelante, pero es que realmente salí? Maduré, si, pero a golpes y putadas; y sólo me reconozco en Bukowski, en Murakami, soy la Mía de Pulp Fiction, ya no Arya Stark, Hermione o Momo. Busco cariño para dormir y me abrazo a la almohada, un trago y apago la lámpara. Siempre agotada, medio rota, llorando cuando dan la espalda porque me avergüenza hacerlo en público. Vomito mi alma, o eso parece a veces, ni siquiera escribo ya. Me perdí en el Jardín Secreto de Burnett y ahora todo parece mediocre, sucio y me falta el interés que me caracterizaba de pequeña, era de esas niñas que miran a todo con los ojos abiertos como platos y esperan poder chupar todo conocimiento que se les ofrezca. Con mi próxima mayoría de edad, soy sólo un narrador omnisciente de mi vida, la chica del banco, con la mirada perdida y pinta de romperte la cara si le diriges la palabra. Perdida la inocencia, la sonrisa y olvidado mi corazón entre sus sábanas no sé a dónde dirigirme.



sábado, 1 de marzo de 2014

La blusa azul

Esta es la historia de la blusa azul que me compré y aparqué en mi armario durante meses esperando una ocasión especial y hoy decidí ponerme porque quería que me vieras guapa. Salí de la bañera oliendo a rosas y con el pelo bien brillante, decidí ponerme la preciosa camisa azul. La tela es brillante y suave, me miré en el espejo y me vi ligeramente diferente. Me enfrenté al pánico que me supone quererte, como ya lo había aceptado, te lo diría hoy. Esperé nerviosa, sentada en el pasillo, preparada para abrirte en cuanto llegaras. Pensé que cuando te abrazara, tendría las fuerzas suficientes para decirte todo lo que había ensayado. Pero no timbraste y yo seguí tirada en el suelo, abrazándome, durante horas. Al final, me saqué mi blusa azul y la tiré a la basura porque no valía la pena tenerla ahí para que nadie la viera, para que no me vieras con ella. Me ahogué en la bañera que sabía a sal y olía a rosas pensando que París era el único sitio donde podía amarte.

miércoles, 10 de julio de 2013

246.

De pie, mientras te esperaba, pasaban demasiadas personas a mi alrededor y ni una se parecía a ti. Daba caladas regulares a mi cigarro mientras me cabreaba conmigo misma por haber olvidado los cascos en casa. Debí haber previsto que no pensabas venir, que una vez más sólo jugabas conmigo, que por mucho que me esforzara no conseguiría ser para ti algo más que un molesto mosquito. Al final no sirvió de nada pasarme una hora maquillándome, escogiendo la ropa adecuada, depilándome, pintando las uñas para que me vieras atractiva, quizá un poco más adulta y madura de lo que realmente soy. Aunque acabe llorando como cuando era pequeña y mi madre me sacaba la piruleta. Daba igual lo fuerte que lo intentara, las ganas que le pusiera, supongo que siempre estaría sola. Y en ese momento sentía que me incapacidad para mantener a la gente que quiero a mi lado crecía rapidamente. 

sábado, 29 de junio de 2013

245.


Te recuerdo solo, en el medio del silencioso pasillo. De pie y mirándome a los ojos mientras me acercaba a ti. Al contrario que el resto, no hiciste una sola pregunta, supongo que no te interesaban esos detalles morbosos. Abriste los brazos y me envolviste con ellos, tenía frío hasta que lo hiciste y ni siquiera me había dado cuenta. Tenía ganas de llorar, y no era capaz, hasta que me abrazaste. "Tranquila, pequena, tranquila" Pero tus brazos robustos y fuertes me recordaban a los suyos cuando subía los cuatro pisos corriendo para saltar encima de él. Ni siquiera sabía que hacer, tenía mucho miedo, aún era pequeña y no era consciente del todo de qué iba a pasar. Por eso todos los años siguientes a la muerte de mi abuelo, pedí que volviera, con estrellas fugaces, con las uvas en fin de año, con un trébol de cuatro hojas... Tú lo sabías, eras el único, más mayor que yo, me mirabas con tristeza, yo te sonría desde abajo y muchas veces te decía que confiaras. Después de una complicada pre-adolescencia y pasando aún la adolescencia en sí, es probable que haya dejado de creer en Peter Pan y en que vuelva aquí. Ahora que, ya no estáis a mi lado, me siento tan débil como una ramita en medio de una tormenta, y deseo tanto volver a ese pasillo en segundo de primaria donde nuestras almas se unieron en abrazo y conectaron. Quiero sentir el calor de las palmas de tus manos en mi espalda, que me beses el flequillo y me tranquilices susurrándome en la espalda porque, y si no puedo con esto? y si no puedo seguir? y si me quedo a medio camino?

lunes, 24 de junio de 2013

244.


Un puto pitido constante en los oídos, desesperación que corre por mis venas. Ganas de lanzarme a tu cuello y agarrarlo con todas mis fuerzas, de sentir cómo dejas de bombear sangre. Puta zorra de mierda, vaca gorda. No haces nada bien y me desespero. Ojalá pudiera luchar contra el puto espejo. Con mi reflejo, con la sombra que me persigue allá donde voy. `Maldita sea chica, otra vez metida en esa mierda hasta las cejas.´ Los ojos hinchados después de noches y noches seguidas llorando, más sola que la una. Por probar fortuna, caí en esa droga que es un maldito odio interno. Que alimento continuamente, que me ahoga, que es lo único que no me abandona.

243.



Un impulso de borrarlo todo, de quemar cada una de nuestras fotos. De bajar las escaleras y correr lo más rápido que pueda por la carretera. De arrancarme el corazón para que deje de latir, odio ese sonido, me explota en los oídos. Unas ganas enormes de ir a un bar y pegar al primero que vea, ganar o perder da igual, sólo escapar. Liberar esa rabia que llevo metida tan adentro, que me corroe. Que me posee si me despisto un momento y acabo recogiendo cristales rotos por el suelo, intentando no mirarme en cada uno de mis reflejos. Por no verme, por no tener que soportarme más, cogí la punta afilada y me abrí las muñecas. Que fácil era, abuelo, en un rato voy ahí arriba, a tu lado.

miércoles, 15 de mayo de 2013

242.

Bueno, esta entrada es única y exclusivamente para enseñaros esta camiseta. La diseñé yo y la llevé a la realidad, en fin, que estoy muy orgullosa de mi misma. Ver mi trabajo así, es genial, lo mismo me pasa con este blog. Bueno, espero que os guste, tanto la camiseta como el blog. Besitos demoníacos a todos!