martes, 8 de mayo de 2012

95.

Ojalá siguieras aquí para poder sacarnos una foto juntos con tu jersey rojo de marca. Una foto que pudieras enseñarles a todos tus amigos para poder decirles: "Mira que juapa é a miña neta". Te echo de menos, mucho más de lo que podrías haberte imaginado. Aún puedo saborear, si me esfuerzo, las manzanas que cogíamos en el huerto. Y cada vez que veo una rosa me acuerdo de como le sacabas las espinas para mi y luego me las dabas. Estarías orgulloso de mi? Me querrías? Esas preguntas siempre rondan mi cabeza y nunca consigo responderlas, y ya nadie puede ayudarme. Ojalá pudiera comprarte el mejor, más bonito y más grande regalo que pudiera encontrar porque siempre fuiste el mejor de los mejores abuelos. Te quiero mucho y por eso aquí estoy llorándote en silencio cuando yo soy de las de piedra, las que nunca lloran. Siento aquella vez que me porté mal y no me puse el cinturón en el coche y te enfadaste conmigo, y cuando no te desperté el día de Navidad y no me viste abrir los regalos. Deberías ver cómo están las cosas en casa, te daría un ataque, todos te echamos mucho de menos pero nadie dice nada. Si pudiera me iba yo, y te dejaba aquí a ti, haces mucha más falta, siempre fuiste una especie de genio formado por humo de puro y sueños rotos. Dejaste el trabajo a medio hacer, aún queda medio mundo sin conocerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario