martes, 30 de abril de 2013

237.

Tú, el Sol. Yo, la Luna. Eternamente separados.

236.


Es ahora cuando me planteo la sinceridad de tus palabras o, en su defecto, la duración de las mismas. De qué vale un "te quiero" si dura sólo una noche? De qué valen tus caricias cuando al rato desaparecen? Para qué mirar las formas en las nubes? Se deshacen. Y los pétalos de las rosas que me regalaste, se marchitaron hace semanas. No sabes mirar en mis ojos, leer mi silenciosa petición "Ven y abrázame" te suplico, y mientras tú me vuelves la espalda y te vas. Llueve sobre mis mejillas al tiempo que te alejas, "Cuando volverás?" te pregunto, y sin parar siquiera me respondes que me llamarás pronto. Pero volví a aquel banco todos los días de mi vida, a las 5:00 de la tarde y jamás recibió tu llamada mi pobre alma desolada. Así que, en esta carta te digo, mi querido amor juvenil, de qué sirven esas mentiras, esas falsas esperanzas? Qué conseguiste yéndote de madrugada? Ahora yo me planteo la sinceridad de tus palabras o, en su defecto, la duración de las mismas.

235.

¡YA BASTA!- gritó algo en mi interior- Por favor, para ya. Lucha contra tus demonios, quiérete. Eres más guapa de lo que crees, más lista, menos gorda de lo que piensas. No te odies, te lo suplico. Deja de hacerte daño, no sigas con esto... Acabarás matándote, soy sólo tu sombra pero, por favor te pido que termines ahora que puedes. Porque ya basta, ya te has hecho demasiado daño. Ha llegado a un punto en el que sé que cuesta pero debes hacerlo. Yo te quiero, y eso significa que en tu interior te quieres, aunque no quieras verlo. Sé que es más fácil tirar la toalla y autocastigarte pero, no es lo mejor. Tú lo sabes. Para, por favor, para antes de que sea tarde. Ya basta.

viernes, 19 de abril de 2013

234.


Te regalé trocitos de mi, el resto me los robaste entre bastidores. Te regalé mil lágrimas y un millón de sonrisas. Escondiéndonos del mundo, metiéndonos en el nuestro. Y me dejaste vacía, y te eché de menos, incluso cuando tus "te quiero" sonaban a mentira. Hoy me peleo con las sábanas de esa cama que parece más grande desde que no estás tumbado a mi lado. Que tu sonrisa ya no ilumina mi vida y todo parece caer muy bajo, y yo me hundo en mis sueños. Porque es más fácil cerrar los ojos y dejarme ir que abrirlos para ver como se destruye todo y no poder hacer nada.

sábado, 6 de abril de 2013

233.

Quiero dormirme a tu lado, abrazados. Hoy y el resto de mis días. Quiero hacerte el amor hasta caer rendida, acariciarte el pelo siempre que me apetezca. Besar las cicatrices de tu espalda, tus labios, cada centímetro de tu piel, susurrarte al oído "I don´t want to miss a thing". En la oscuridad, sintiendo tu corazón latiendo bajo la palma de mi mano, que me coloques un mechón de pelo. Sentir otra vez que el mundo es nuestro completamente, que no nos importe absolutamente nada más. Pensar que eres el único que puede sacar esto de mi interior, que cuando cierro los ojos veo tu sonrisa reluciendo entre las sábanas, la forma de tus músculos, tu olor, el tacto de tu piel contra mis labios... Aunque al abrirlos, lo único que siento es la humedad de las lágrimas en mis mejillas el simple recuerdo de tus brazos rodeándome, ojalá pudiera quedarme atrapada en aquella noche eternamente, cuando el mundo dejó de girar durante un par de horas y fue nuestro, cuando nuestras almas se unieron... Pero que lejos parece todo eso ahora, casi todo desapareció de tu cabeza y a mi me aterra que olvides lo que somos juntos, en lo que podríamos convertirnos.

viernes, 5 de abril de 2013

232.

Se apagaron las luces de la sala pero no guarda esperanzas, al fin y al cabo es su culpa que todo haya terminado. Decidió hablarle enfadada y deprimida, y la cagó hasta el punto de decirle que no podían seguir así, que no daba para más. Pero ahora era consciente de que podía con mucho más, pero era tarde, tarde, tarde, muy tarde.... Sólo podía cerrar los ojos y lamentarse, y en eso estaba cuando de repente unos brazos la rodearon con fuerza y unos rizos negros le rozaron la mejilla. Y el chico que hace dos minutos estaba a unos pasos de ella, estaba ahora abrazándola. No entendía nada y se quedó bloqueada un momento hasta que decidió aprovecharlo y lo hizo, aunque quedó con las ganas de besarle quizá en otro momento, quizá en ninguno. Quién sabe...

jueves, 4 de abril de 2013

231.

-Sé que hace sólo dos años que nos conocemos, lo sé. Pero hemos pasado una guerra juntos y sé que si superamos todos esos obstáculos, estoy segura de que podemos superar lo que nos pongan por delante. Lo veo en tu sonrisa, en tus ojos... Sí, somos aún demasiado jóvenes pero te quiero, te quiero con cada fibra de mi ser. Por todo esto Martín Vázquez Varela te pido, mi amor, que te cases conmigo. Te amaré hasta el día de mi muerte, y probablemente incluso después de eso te amaré locamente. Como hago desde el día en que te conocí, cuando estabas tirado en el suelo del parque dibujando, me miraste y sonreíste, como hice durante estos años aunque intentara disimularlo al principio. Créeme cuando te digo que no hay absolutamente nada que quiera más que pasar la vida a tu lado, nada excepto tú.