martes, 4 de septiembre de 2012

154.


Se secaron tus rosas, mis lágrimas y mi corazón se agrietó. Construyo otra vez las murallas, cabo un foso que nadie pueda atravesar, subo hasta la torre más alta de mi castillo y me encierro dentro. Me alejo del mundo e intento que no me importe nada. Me tiro en mi cama, y me cubro con las sábanas. Ya no siento nada, no hay tristeza ni felicidad, estoy vacía. El castillo se viene abajo y yo me quedo sola, enterrada en escombros. Pero no me importa, ya no me duele nada. Me arranqué el corazón y ya no siento nada.

1 comentario:

  1. es algo que suele suceder. Nos encerramos en nosotros mismos, todo se vuelve silencioso y gris, ya no hay luz ni oscuridad, simplemente un vacío enorme...
    Pero siento decirlo que no vale de nada. Que siempre hay alguien que por curiosidad o por pena viene a buscarnos y a rescatarnos de los escombros. y es entonces cuando volvemos a caer, y ahi es cuando realmente estamos perdidos

    Saludos de la chica, que intentara salir sola de sus escombros para luego no tener que darle las gracias a nadie(:
    http://lachica-deloschicles.blogspot.com.es/

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