viernes, 14 de septiembre de 2012

166.


Tus ojos color oro, traspasaban mi alma. Arrasaron con todo mi mundo, y yo me quedé embobada escuchando el sonido de tu voz. Tu olor me envolvía y me puse como loca. Sin darme casi cuenta, mis labios se movían sedientos contra los tuyos. La forma en que enredaste las manos en mi pelo, casi ni podía respirar. Me saqué la camiseta, no podía con el calor, y te arranqué la tuya. Recorrí tus abdominales, besando cada parte de tu cuerpo. Te hice el amor hasta caer derrotada, y me derretí mientras me abrazabas en la cama, cantándome al oído. Acariciándome y besándome. Y cada vez que te miraba a los ojos, veía en ti mi propio reflejo. Los primeros rayos de sol me sorprendieron sola en la cama, a mi lado había una nota, "Buenos días princesa". Recordé poco a poco todo lo que había pasado y corrí a buscarte. Me metí en la ducha, y para cuando te diste cuenta, ya te estaba besando, empotrándote contra la pared. Tus ojos color oro, me miraban traspasando mi alma, calentando mi ser.

1 comentario:

  1. ¡Hola! Encontré tu blog por casualidad, y después de leer esta entrada, encantada te sigo. Me encantó la forma en la que te expresas, y como describes ese momento tan inquietante.

    Besos desde:
    www.smileandwomanocry.blogspot.com <3. ¿Pasas?

    ResponderEliminar