martes, 23 de octubre de 2012

186.


Una sonrisa fugaz, apenas una mueca, cruzó su cara. Rápidamente, apartó la mirada, incómoda. Como echo de menos aquellos tiempos en los que me miraba absorta, cuando hablábamos de todo. Pero eso fue antes de este infierno personal, en el que fui condenada a un rechazo por tiempo indefinido, a nadar en la melancolía. Que ahora, cuando miro al cielo ya no tengo con quién compartir las formas de las nubes. Así que me dedico a ahogar mis penas en licor, y cuando muera tumbadme en un lecho de rosas, por favor.

1 comentario:

  1. morir entre rosas y vivir de alcohol? porque no vivir rodeada de rosas y morir de alcoholismo?

    Saludos de la chica de los chicles, que para vivir mal y morir bien, prefiere vivir bien y morir a lo grande(:
    http://lachica-deloschicles.blogspot.com.es/

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