martes, 2 de octubre de 2012

175.


Viendo los brazos anchos y fuertes de aquel hombre, pensó que ojalá unos brazos así la abrazasen en las noches en las que se sentía terriblemente sola. Se encendió un cigarrillo, sacando a la luz su lado de femme fatale. Y entonces él levanta la mirada del suelo y recorre su cuerpo, empieza por las botas Dr Martins, analizando las medias negras como si le fuese la vida en ello. Se sintió incómoda y dejó de mirarlo, aunque giró la calle y lo perdió de vista, ella seguía pensando en aquellos brazos, en que necesitaba alguien así en quién buscar consuelo. Y entonces, dio una larga calada a su cigarrillo, y echó a correr, escapó del mundo.

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