viernes, 19 de abril de 2013

234.


Te regalé trocitos de mi, el resto me los robaste entre bastidores. Te regalé mil lágrimas y un millón de sonrisas. Escondiéndonos del mundo, metiéndonos en el nuestro. Y me dejaste vacía, y te eché de menos, incluso cuando tus "te quiero" sonaban a mentira. Hoy me peleo con las sábanas de esa cama que parece más grande desde que no estás tumbado a mi lado. Que tu sonrisa ya no ilumina mi vida y todo parece caer muy bajo, y yo me hundo en mis sueños. Porque es más fácil cerrar los ojos y dejarme ir que abrirlos para ver como se destruye todo y no poder hacer nada.

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