viernes, 5 de abril de 2013

232.

Se apagaron las luces de la sala pero no guarda esperanzas, al fin y al cabo es su culpa que todo haya terminado. Decidió hablarle enfadada y deprimida, y la cagó hasta el punto de decirle que no podían seguir así, que no daba para más. Pero ahora era consciente de que podía con mucho más, pero era tarde, tarde, tarde, muy tarde.... Sólo podía cerrar los ojos y lamentarse, y en eso estaba cuando de repente unos brazos la rodearon con fuerza y unos rizos negros le rozaron la mejilla. Y el chico que hace dos minutos estaba a unos pasos de ella, estaba ahora abrazándola. No entendía nada y se quedó bloqueada un momento hasta que decidió aprovecharlo y lo hizo, aunque quedó con las ganas de besarle quizá en otro momento, quizá en ninguno. Quién sabe...

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