miércoles, 1 de mayo de 2013

238.


Me dolían las rodillas, me quemaba la garganta pero una vez más me inclinaba sobre el váter. Y lo echaba todo, mis mil demonios. Mientras mi eye-liner se suicidaba por mis mejillas, mi cabeza daba vueltas sobre mis hombros. "Que fea eres, joder. Échalo todo gorda de mierda. Puta barata, no sirves para nada. Comes y comes y luego te arrepientes." Las voces me gritaban en la cabeza, no podía callarlas, no podía parar de llorar. El único que me hacía sentir bien estaba muerto y "joder, abuelo, si me ves ahora, lo siento". Por qué tenía que ser perfecta? Delgada, lista y guapa. Vomitando la sangre que compartíamos. Ven y sálvame por favor, yo ya no sé cómo salir de este agujero.

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