domingo, 13 de enero de 2013

212.


Mis venas estaban contaminadas de un amor estropeado, un amor que pesaba como metal en mi corazón y me hundía muy profundo. Que puso en mi vida tanto vaso vacío y tanto cenicero lleno. Y tuve que morir para poder renacer una vez más, y aunque intentaron cortarme las alas, eché a volar.

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