sábado, 5 de enero de 2013

210.

No sé que fue lo que me infundió valor de repente, pero cuando me di cuenta ya lo había dicho en alto. Solía pensarlo pero jamás lo había dicho, cuando miraba como se retiraba el pelo, como fruncía el ceño cuando se concentraba en algo. La forma en que se abrazaba las piernas cuando estaba triste. El sonido de su risa. Me enamoraba. Cada segundo que pasaba con ella, estaba más seguro. Y después de decirlo una vez, no paré de repetírselo. Cuando le hacía el amor, mientras leía, y me daba igual si ella me quería o no. Porque no había nada mejor que regodearme en ese sentimiento.

1 comentario:

  1. Me encanta y no sé porque pero me parece uno de tus mejores textos *-* la forma en que el chico se entrega a ella es... buff hahahhaa
    Saludos de la chica de los chicles, que confiesa que quiere un chico así(:

    ResponderEliminar