Me encuentro vacía, como la taza que vacié de café.
Caminando por calles que recuerdo vagamente como bonitas y luminosas. No sé que ha pasado, desperté
una noche jadeando, con cuarenta grados de temperatura y todo había cambiado.
Había perdido las ganas de todo, no tenía fuerzas ni para escribir. Caminaba
como una autómata, hacía la comida, limpiaba la casa. Pero no veía lo que tenía
delante, no era capaz de apreciar el sabor de la comida, dejé de escuchar
música y de dibujar. Ahora, estoy sentada en un columpio y me doy cuenta de que
estoy vacía, perdida, no sé cómo volver a casa, pero me da igual. Yo no soy yo,
y es muy improbable que vuelva a serlo. Algo imperceptible a mis sentidos ha
cambiado, como si una fina membrana transparente me cubriera, me aleja del
mundo.
Preciosa metáfora. *_* Me encanta. Ojalá mi blog fuese tan organizado y poético. Jeje
ResponderEliminarSe ve que está muy trabajado, ¡ya tienes aquí una fan incondicional! ;)
Besos,
Cali.
Gracias! :3 Y si, mucho tiempo de dios escribiendo si no, díselo a mi madre que está hasta los huevos de mi xD Si me dejas tu blog please, estaré encantada de pasarme en cuanto tenga un momentito :D
ResponderEliminar