domingo, 15 de julio de 2012

141.


No me voy a sentir mal por esto, como muy bien has dicho "Ya no formo parte de tu familia". Han sido tres años viviendo en tu casa, he pasado por alto mil y un insultos, porque la convivencia es dura. Cada vez que me gritabas o que gritabas a mi madre, o cuando dejaste de limpiar nuestras habitación y tuve que hacerlo yo, la época en que ni siquiera cocinabas aunque para mamá fuera imposible hacer la comida. Todas esas veces, pensaba "Bueno, también hace cosas buenas por mi, todos tenemos un mal día". Pero se ha acabado y ya no tienes derecho a echarme la culpa de nada. Porque lo he intentado, lo intenté con todas mis fuerzas, es que, simplemente, tú has llegado al tope de mi paciencia. Has pasado la raya. Esto no es un capricho de adolescente, no es una decisión tomada a la ligera, durante este año he madurado, he crecido y cada vez soy más adulta. Me duele porque eres mi abuela, pero ya no puedo más. Se ha acabado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario