Ahora
no puedo hablar querido amigo. Porque necesito ser débil un momento. Bajar los
muros de protección con los que, habitualmente, me protejo y dejar de
esforzarme en ser fuerte, o simplemente, parecerlo. Así que, por muchos WhatsUp
que me mandes, no responderé. Estoy en la ducha, desnuda, echa un ovillo.
Llorando sin sollozar. Y cuando salga de esta ducha, ni mi madre ni mi abuela
notarán que he estado llorando. No dejaré un solo rastro, a mi no me gusta que
sepan que soy débil. Pero lo soy. Por lo que derrocharé unos minutos de mi vida
a autocompadecerme en silencio
No hay comentarios:
Publicar un comentario