martes, 19 de junio de 2012

130.


Ahora no puedo hablar querido amigo. Porque necesito ser débil un momento. Bajar los muros de protección con los que, habitualmente, me protejo y dejar de esforzarme en ser fuerte, o simplemente, parecerlo. Así que, por muchos WhatsUp que me mandes, no responderé. Estoy en la ducha, desnuda, echa un ovillo. Llorando sin sollozar. Y cuando salga de esta ducha, ni mi madre ni mi abuela notarán que he estado llorando. No dejaré un solo rastro, a mi no me gusta que sepan que soy débil. Pero lo soy. Por lo que derrocharé unos minutos de mi vida a autocompadecerme en silencio

No hay comentarios:

Publicar un comentario