lunes, 4 de junio de 2012

124.



Se maquilla todos los días con la esperanza de que se fijen solo en el maquillaje. Se viste con pantalones cortos para que no miren más allá de sus piernas. Camisetas anchas que disimulen las formas de su cuerpo. Miente continuamente para que nadie sepa sus verdades. Se esconde detrás de libros, canciones y dibujos. Pero, hay una persona con la que no hace falta. Se llama Kitty, y ella la adora. Es más bajita que ella, se plancha el pelo, se maquilla solo los fines de semana, viste pantalones largos y camisetas ajustadas. A ella ya hace tiempo que le abrió su corazón. Fuman juntas en el alféizar de la ventana, mientras comen palomitas y beben Monster. Kitty y Sam. Kitty no suele acabar su bebida, y Sam se la bebe por ella. Antes veían cantidad de películas juntas, dormían juntas y hablaban durante horas. Ahora tienen menos tiempo. Por eso lo aprovechan. Hablan y hablan, ríen y lloran. Las une un lazo que nadie podría romper. Así que, como decía antes, Sam es de las que se esconde detrás de una gran máscara pero quiere a Kitty. La quiere como a ninguna otra.

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