domingo, 25 de marzo de 2012

66.

Espatarrada en el césped contemplo la lluvia de estrellas, se me hace raro pensar que lo que veo sucedió hace años, pero es cierto, están tan lejos que las imágenes nos llegan con retraso. A veces me da la impresión de que nos contemplan, probablemente, pensarán que somos todos unos gilipollas. Me gustaría que fuera verdad lo que me dijo mi abuela cuando era pequeña, que estas ahí arriba mirándome. Espero que estés orgulloso de mí, aunque no hay mucho por lo que puedas estar. Continuamente pienso que soy una persona cruel, ruin e inmoral, supongo que podría ser mejor pero aún no reuní el valor que requiere luchar contra mi forma de ser. Te echo de menos. Espero que me oigas, porque continuamente pienso en ti, ya sabes que por las noches me siento con una taza de leche caliente con caramelo como me hacías de pequeña, y te cuento todo lo que ha pasado. Hoy, mirando al cielo, vuelvo a pensar en ti, creo que si estuvieras aquí mi vida sería mejor, mamá no estaría tan triste y la abuela podría viajar contigo como soñabais. Me pregunto que pensarás de mí, que pensarás de los niños, tus nietos, ni siquiera llegaste a conocerlos. Todos te echamos mucho de menos. Aunque eso es algo que ya sabes, verdad abuelo?  Porque tu sabes muchas cosas.

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