domingo, 29 de enero de 2012

23.


Soñé que venías a verme. Que paseábamos por Coruña cogidos de la mano. Que veíamos una peli en el salón de mi casa y cenábamos pizza. Que me besabas. Que hacíamos el amor y luego dormíamos abrazados. Soñé que podía escuchar tu risa. Soñé que no era necesario que te fueras otra vez. Que podías quedarte a mi lado. Pero, en fin, eso es solo un sueño. Porque siempre pasa lo mismo, cuando abro los ojos estoy sola en la cama. Y ya no hay nadie con quién escuchar música, dibujar o reír. Estoy yo dentro mi jaula de oro. Solo me queda soñar que todo es posible. Que, quizá, no todo esté perdido para siempre. Que algún día podrás venir aquí a hacerme compañía o que conseguiré convencer a mi hermano para que me lleve a verte.

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