miércoles, 21 de diciembre de 2011

8.


Hoy cuando llegué a casa y abrí mi cuenta en tuenti, volví a mirar la lista de amigos conectados rogándole a Dios que estuvieras conectado. No estabas. Eran las 5, a lo mejor estabas entrenando, o tocando tu guitarra en la habitación. Me gustaría verte tocarla, pero no como cuando tocas con tu grupo en el instituto, sino como estar solos y que compusieras algo para mi, no sé, estaría bien, no? Pero no, no esta bien. Realmente me odio por amarte tanto. Eres como la droga de la que nunca conseguí desengancharme. Lo intenté, si, pero no fue suficiente. Y ahora ya me ves aquí, como una tonta, pensando en que estarás haciendo, soñando contigo por las noches... Pero no voy a dejar que tomes el control otra vez, no voy a dejar que vuelvas a hacerme daño... Ya no soy la niñita tonta que dejó todo por ti, que comenzó a escuchar rock por ti, la que hizo mil y una tonterías para llamar tu atención... Así que voy a salir ahí afuera a divertirme un rato, voy a ser mala con algún buen chico, me emborracharé y no pensaré en ti. No, no pensaré más en ti. Ya no soy Courtney, y tu ya no eres mi Kurt. El sueño se acaba y voy despertando, poco a poco, vuelvo a la realidad. No hay canciones bonitas para mi, no hay ramos de rosas, no hay ropa tuya tirada por mi casa, y ya no la va a haber...

No hay comentarios:

Publicar un comentario